En las últimas décadas en el Sureste hemos visto una enorme expansión de la agricultura de regadío con prácticas cada vez más intensivas. El altiplano granadino no es ajeno a esta expansión. Mientras que en el artículo reseñado en el post anterior veíamos qué ocurre cuando se reforestan antiguos campos de cereal en el artículo que nos ocupa aquí se analiza el caso de la evolución del suelo del cereal de secano a un cultivo intensivo basado en hortícolas y como este cambio induce degradación del suelo aumentado la salinidad y la percolación de nitrógeno hacia zonas profundas. Ante este proceso de degradación la gestión redujo el aporte de estiércol, fomento el abono verde y la introducción de cosechas de invierno junto con un control más estricto de la fertilización y el riego consiguiendo contener la degradación, aumentando la fertilidad y la capacidad de del suelo para secuestrar C. El estudio es de Antonio Sánchez y coautores en las universidades de Murcia y Politécnica de Cartagena. Se ha publicado en la revista Agronomy en acceso abierto. Descárgalo aquí.
¿Se puede revertir la degradación del suelo que induce la agricultura intensiva?
